domingo, 13 de septiembre de 2015

ORL vs OyT

La última semana fue una semana que no disfrute al cien por ciento. Las razones no importan sin embargo durante la guardia de ayer me di cuenta de lo mucho que me gusta la otorrinolaringología. Tuve la oportunidad de entrar a una reducción abierta de fractura nasal con rinoseptoplastia. La cirugía estuvo a cargo de una otorrinolaringóloga muy amable la cual me enseñó paso por paso lo que iba haciendo. Nunca había entrado antes a una rinoseptoplastia, me resultó muy interesante ver todos los pasos de la cirugía. La guardia no terminó ahí: entré con un ortopedista a la reducción de una fractura de tobillo. Pude entonces comparar las diferentes personalidades de médicos y ver diferentes tipos de cirugía. La otorrinolaringóloga fue muy amable y paciente, reía y estuvo siempre junto al paciente, incluso, para llamar la atención de las enfermeras cuand cometieron un error, fue muy educada y linda. En cambio el ortopedista gritaba, fue grosero, denigraba a las enfermeras y a mí como su ayudante. La elegancia de una rinoseptoplastia comparada con meter tornillos y exponerme a radiaciones me recordó que la otorrinolaringología es la ciencia para mí. Claro, ayudó a descartar Traumatología que el ortopedista fuera una persona bastante grosera.  Encontrándome de postguardia bastante cansado por la falta de sueño, no me queda más que terminar la entrada de este domingo de las más cortas de la historia deseándole un feliz año entrante a mis lectores judíos. Les deseo a todos mis lectores que disfruten de todos los beneficios de la vida.

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