domingo, 27 de septiembre de 2015

Saliendo de cirugía y "La Tempestad" de Beethoven

Hoy estoy de guardia nuevamente. Mi día comenzó con numerosos ingresos de ortopedia, una paciente muy poco cooperadora y otro paciente sumamente amable, contrastes inmediatos. Luego fue tiempo de entrar a cirugía, una hemorroidectomía en la que realicé un minúsculo trabajo con el separador, en un ambiente el cual no consideré óptuimo. Es entonces que me gustaría hacer el comentario importante del blog para el día de hoy. En cualquier tipo de ambiente tenemos la posibilidad de aprender. En este caso, mi aprendizaje no fue encaminado a la técnica de hemorroidecomía de Ferguson, sino aprender a cómo no ser como médico. No quisiera ser como este doctor que sólo trataba mal a toda persona a su alrededor. En fin, esta semana tuve pocas oportunidades de cultivar conocimientos no médicos, pero me volví a acercar a la música de Beethoven, siendo bien recibido, para mi sorpresa de mis ahora torpes dedos.
Comencé a tocar la Sonata para piano número 14 Op. 27 No. 2 en do sostenido menor "Quasi una Fantasia" mejor conocida como "Claro de Luna", sin embargo este fin de semana no hablaré acerca de esta sonata, prometo hacerlo con detenimiento en una entrega posterior. Encontré la sonata No. 17 Op. 31 No. 2 en re menor, "La Tempestad" título que Beethoven no dio a la obra, ni siquiera se le refirió así mientras Beethoven vivió. El título surgió ante las aseveraciones de Anton Schindler de que Beethoven basó su sonata tras atestiguar una interpretación de "La Tempestad" de William Shakespeare. La sonata en tres movimientos es sumamente apasionada, ofrece contrastes entre la calma y momentos de confusión y gran movimiento tormentoso. El tercer movimiento es el más conocido (según creo yo) pero vale la pena escucharla completa. Por esta razón, le adjunto a todos mis asiduos lectores varias versiones de esta sonata. Me despido por el momento ante la necesidad de cubrir un ingreso, deseándoles a todos mis lectores gocen de los grandes beneficios de la vida.
 
 
 
 
 
Disfruten ustedes

domingo, 20 de septiembre de 2015

Semana de película

Suena algo trillado, incluso suena como algo que aparecería en el séptimo canal de la televisión abierta en un fin de semana aburrido. Durante el internado es raro que tenga tiempo de ver más de una película por semana. Esta ocasión tuve la oportunidad de ver dos: "El Regalo" y "La princesa Kaguya". La primera la disfruté en las elegantes salas que hacen alusión al nombre de un precioso metal, que tiene asientos reclinables y espaciosos. Es una película del género thriller, del cual no soy muy entusiasta, sin embargo, disfruté del 95% de esta cinta. Me mantuve al filo del asiento al ver cómo un sujeto físicamente similar a mí (para mi disgusto) se embarca en una misión aparentemente sin sentido. Al tratarse de un thriller si cuento más arruinaré la película para quien no la ha visto. Me limitaré a decir que la fotografía y los juegos de la cámara son excelentes. La segunda película la disfruté en compañía del Maestro Marcelo Leal en la Cineteca Nacional. Una entrega de Studio Ghibli que me fascinó. Trata de la legendaria historia de la princesa Kaguya, la esposa de Buda quien llega a la Tierra desde la Luna encarnándose a partir de una vara de bambú. Nuevamente invito a mi querido lector a ver la película para conocer el resto de la historia. De esta película lo más hermoso es que todo es hecho con acuarela y con carboncillo, no por ello se sacrifica la finura del movimiento de todo cuanto aparece en la película. Cinco estrellas. Después caminatas por Coyoacán recordando mis años de estudiante de música consumieron la tarde, un adecuado término al primer fin de semana libre que disfruto desde que entré a mi rotación de cirugía.
A mi parecer hay más cosas por decir, pero no puedo encontrar la mejor manera de decirlo, por lo que le ruego me acompañe como siempre para mi próxima entrega, mi querido lector. Mientras tanto, disfruten todos mis lectores de los grandes beneficios de la vida.










domingo, 13 de septiembre de 2015

ORL vs OyT

La última semana fue una semana que no disfrute al cien por ciento. Las razones no importan sin embargo durante la guardia de ayer me di cuenta de lo mucho que me gusta la otorrinolaringología. Tuve la oportunidad de entrar a una reducción abierta de fractura nasal con rinoseptoplastia. La cirugía estuvo a cargo de una otorrinolaringóloga muy amable la cual me enseñó paso por paso lo que iba haciendo. Nunca había entrado antes a una rinoseptoplastia, me resultó muy interesante ver todos los pasos de la cirugía. La guardia no terminó ahí: entré con un ortopedista a la reducción de una fractura de tobillo. Pude entonces comparar las diferentes personalidades de médicos y ver diferentes tipos de cirugía. La otorrinolaringóloga fue muy amable y paciente, reía y estuvo siempre junto al paciente, incluso, para llamar la atención de las enfermeras cuand cometieron un error, fue muy educada y linda. En cambio el ortopedista gritaba, fue grosero, denigraba a las enfermeras y a mí como su ayudante. La elegancia de una rinoseptoplastia comparada con meter tornillos y exponerme a radiaciones me recordó que la otorrinolaringología es la ciencia para mí. Claro, ayudó a descartar Traumatología que el ortopedista fuera una persona bastante grosera.  Encontrándome de postguardia bastante cansado por la falta de sueño, no me queda más que terminar la entrada de este domingo de las más cortas de la historia deseándole un feliz año entrante a mis lectores judíos. Les deseo a todos mis lectores que disfruten de todos los beneficios de la vida.

domingo, 6 de septiembre de 2015

Blog en domingo

Estoy de guardia, será la primera vez que escriba mi blog en domingo desde que entré al internado, según recuerdo. En fin. Esta semana logré retomar un poco mis visitas artísticas al cine, donde disfruté de la película Grace de Mónaco con Nicole Kidman, Tim Roth y Paz Vega, interpretando a Grace Kelly, Rainiero Grimaldi y María Callas respectivamente. Es una película con una fotografía muy buena y un trabajo de cámara que me encantó. Hay varias escenas con un juego de espejos muy interesante. Vemos a la actriz a través de un espejo reflejada en otro, por lo que con un movimiento mínimo de la cámara la volvemos a ver. Esto se repite en numerosas ocasiones, y ocasionalmente el reflejo del espejo nos revela a un personaje. Hermosos paisajes de Mónaco acompañan a la historia (bastante dramatizada) de Grace Kelly y su esposo, el príncipe de Mónaco durante un periodo muy importante para ambos: la posibilidad del regreso de Grace Kelly a la pantalla grande con un guion de Alfred Hitchcock y el peligro de la soberanía de Mónaco ante un esfuerzo de Francia por apoderarse del principado para pagar su esfuerzo bélico en Algeria.   Otro de los aspectos que más disfruté de la película fue la actuación de Paz Vega como María Callas, a mi juicio capturó la esencia de la diva griega, desde el maquillaje y el elegante movimiento acompañando a Aristóteles Onasis. En las dos fotografías de abajo aparece Paz Vega, más parecida  la diva en la del lado izquierdo. En conclusión Grace de Mónaco es una película que recomiendo aunque esté un tanto dramatizada.

Por otra parte, pude disfrutar de una rica comida en Don Toribio y aproveché para comprar cuerdas para guitarra, violoncelo y cañas de clarinete y saxofón. En el anaquel de la tienda de música observé el mismo oboe que sigue en venta desde que compré mi violín hace 11 años, más caro que antes y en peor estado, me encantaría rescatarlo pero no tengo la cantidad tan exorbitante de dinero que piden por él, salvo que mis lectores gusten hacer donaciones para rescatar a un oboe necesitado.
Después de esto visité la colonia Condesa brevemente, llevaba tiempo sin hacerlo y lo disfruté mucho, el clima templado, los centenares de perros y hombres barbados con cola de caballo acompañados de mujeres con lentes tan grandes como su cara. Disfruté de un refresco de toronja natural viendo perritos jugar en la fuente de Ámsterdam. Fue un fin de semana que me hacía falta, desconectarme un poco del mundo médico para volver a disfrutar del arte. Me despido deseándoles a ustedes, mis queridos lectores todos los beneficios de la vida.