domingo, 31 de mayo de 2015

El espectáculo debe continuar

Semana de vacaciones, para relajarse. Tuve la oportunidad de ver la película Avant l'hiver, una película sumamente interesante acerca de un neurocirujano y la tentación de la infidelidad... aparentemente. La recomiendo ampliamente, la impresión que viene con un final inesperado puede deducirse durante la película si uno es observador. Por otro lado, en casa disfruté de la película Susurros del corazón que se convirtió en una de mis favoritas del famoso Studio Ghibli. La película sigue a una joven enamorada de los libros, quien se da cuenta de un patrón en las tarjetas de biblioteca de sus libros: todos los libros que ha leído han sido rentados por la misma persona justo antes que ella. En una película donde cada escena es una obra de arte por el detalle de cada dibujo, la música de la canción americana Country road nos acompaña en una hermosa historia de amor motivado por alcanzar la perfección artística. También muy recomendable. Finalmente, ayer en el concierto de la OFUNAM fui testigo por segunda ocasión de la famosa frase "El espectáculo debe continuar". Jorge Federico Osorio ofrecía su imponente interpretación del primer concierto para piano de Johannes Brahms, cuando, durante la cadenza del Adagio, las luces comenzaron a atenuarse. Primero, de forma casi imperceptible, aunque después la sala se llenó de oscuridad. El maestro, no dejó de tocar. Mi maestra María Teresa Rodríguez solía decir que el buen pianista puede tocar sin la necesidad de ver, y fuimos testigos de ello. En breve volvió la iluminación, pero la oscuridad total en una sala de semejantes dimensiones, convirtió al espectáculo fue fenomenal. No es la primera vez que Jorge Federico Osorio se toma en serio el que el espectáculo no se interrumpa. En 2009, me parece, asistí a un recital suyo en la sala principal del Palacio de Bellas Artes. Durante la marcha fúnebre de la segunda sonata de Chopin, un pequeño terremoto sacudió el recinto. Comenzó a caer un poco de polvo desde el techo hacia el piano. El maestro seguía tocando. Un fuerte movimiento del suelo alejó el piano de sus manos, momento en el que se puso de pie, permaneciendo en el escenario. Tras el incidente, se sentó al piano otra vez y repitió la marcha fúnebre. Sentir el suelo temblar, ver el escombro caer y escuchar la marcha fúnebre en una excelente interpretación hubiera sido una forma adecuada de morir, como me dijo un amable señor que estaba sentado junto a mí. Me despido deseándole, querido lector, disfrute de todos los beneficios de la vida.

domingo, 24 de mayo de 2015

Decorar el tiempo

"El arte es con lo que decoramos el espacio, la música, con lo que decoramos el tiempo"
Ayer la OFUNAM ofreció una excelente selección de música. Primero, el Adagio de Espartaco y Frigia del ballet Espartaco de Aram Khachaturian, compositor Armenio del siglo XX (1903-1978). La música de Khachaturian (pronunciado Jashaturián) ha cobrado nuevamente relevancia tras la conmemoración del centenario del genocidio armenio. La OFUNAM ofrece un tríptico/mural en donde se puede aprender más acerca de la historia de este pueblo. El ballet Espartaco trata de un personaje del mismo nombre, líder de esclavos que se rebela en contra de los romanos. El adagio hace referencia a la celebración de amor entre Espartaco y su amada tras escapar las garras de las fuerzas militares romanas, aunque, tristemente atrapados después. 
En segundo lugar, Música de Concierto de Camille Saint-Saëns (1835-1921) para corno y orquesta, seguido del Concertino para Fagot de Lars-Erik Larsson, (1908-1986) compositor sueco contemporáneo de Khachaturian. El programa terminó con la magnífica interpretación de la Sinfonía No. 3 en do menor de Camille Saint-Saëns, conocida como "Sinfonía Órgano" por la incorporación importante de este instrumento a los movimientos segundo y cuarto. Esta sinfonía tiene como dato anecdótico el haber sido utilizada en la película Babe (Chris Noonan, 1995) en una canción interpretada por tres ratones en pequeños interludios como introducción a nuevas partes de la película. 

Referente a la frase con la que comencé esta entrada, quisiera comentar que este fin de semana de la OFUNAM me recordó de la manera más sublime el gran poder de la música y su gran capacidad para conmover hasta las lágrimas o generar cualquier otro sentimiento en quien la escucha. El adagio de Espartaco es en mi opinión una de las piezas del repertorio musical más evocadoras y emocionalmente "potentes" por así decirlo. Hacia el final de la pieza con el poderoso tema sonando con toda la orquesta no se puede evitar sentir un escalofrío que recorre la espina y que pone de punta cada pelo del cuerpo. 


Por último me gustaría comentar que la esquina de ORFL dada mi pobre planeación será diferida temporalmente. Le dejo, querido lector, dos versiones diferentes del maravilloso adagio de Espartaco, una incorporando el genio al piano Boris Berezovsky y espero me acompañe la siguiente semana con más música y arte, y pizcas de medicina ocacional. Aquí valdría la pena añadir que existen más de 20 beneficios de la música respaldados médicamente, como disminuir el estrés y mejorar el sueño. Como siempre, le deseo disfrute de todos los beneficios de la vida. 

domingo, 17 de mayo de 2015

#Yotambiénmedormí

El blog de esta semana será breve. Recientemente, en redes sociales, el denominado #yotambiénmedormí surgió como apoyo a la comunidad médica ante la injusta queja de alguien que no conocía lo suficientemente bien el quehacer médico y la vida cotidiana del profesional de la salud. La persona que se quejaba subía a un blog en esta misma plataforma, una imagen de una residente de medicina interna durmiendo durante una guardia, alegando que había pacientes por ser atendidos. En primera instancia la queja está perfectamente fundamentada, el médico necesita atender a sus pacientes. Lo que se ignora es que el sistema de guardias espera que el médico se convierta en súper-humano, no duerma durante 36 horas y coma lo más rápido posible para seguir atendiendo pacientes. Lo que se olvida es que los médicos son humanos, también necesitan dormir, comer y ver a sus familias. El hecho de que la misma profesión no nos lo permita no quiere decir que carecemos de esas necesidades. La falta en la que quizá incurrió la colega residente fue en dormir en un lugar a la vista de los pacientes, habiendo casi siempre un lugar designado para ello, y de no haberlo se pueden buscar opciones más discretas para hacerlo. No justifico la queja, ya que la considero injusta. Otra queja sin fundamento es la de los excesivos salarios de los médicos. Tomaré la frase del Dr. Isaac Zaga: "La medicina nos da para vivir muy bien, pero no debe de ser esa la razón por la que la practicamos". En México los salarios de médicos de la medicina pública no son los más altos ni representan en lo más mínimo los años de estudio de especialistas y otros médicos. Es por eso que la medicina privada crece cada día, aunque se encuentra relativamente balanceada. Sólo el 20% de los médicos mexicanos tiene consulta privada y de la población en general es ese mismo 20% que puede pagar una consulta privada. Por esta razón es injusto calificar a los médicos como máquinas desalmadas de hacer dinero. Los hay, no lo niego, pero no son todos los profesionales de la salud así. Conozco muchos doctores que con numerosas especialidades batallan para llegar a fin de mes sin contar con un consultorio privado, ateniendo 50 pacientes diarios en hospitales públicos con recursos mínimos, pero viven para sus pacientes y es ese esfuerzo el que merece mejor remuneración y condiciones laborales. En pocas palabras, lo que considero es que a veces será fácil criticar sin informarse, pero al conocer la verdad detrás de lo que criticamos, podremos ser más empáticos y replantear lo que hemos dicho.
Me despido tras un insípido blog, me disculpo, querido lector, no sin antes desearle los más grandes beneficios de la vida,  prometiendo un mejor blog la siguiente semana, que también incluya la esquina de ORFL.

domingo, 10 de mayo de 2015

Acerca del amor

Google me ha ayudado el día de hoy a colocar la primera imagen del blog. Me encuentro fuera de la ciudad, nuevamente disfrutando de la calma de la provincia, con motivo del día de las madres. Para este blog me serviré responder a la primera petición de un lector asiduo de este blog y hablar un poco del amor además de la esquina ORFL y una recomendación filmográfica. Para dar rienda suelta al tema más largo, daré primero la recomendación filmográfica. El viernes vi nuevamente los 168 minutos de Rescatando al Soldado Ryan dirigida por Steven Spilberg. Puedo decir sin lugar a dudas que es mi filme bélico favorito. La música de John Williams acompaña a un grupo de soldados en una misión poco práctica, casi suicida, en busca del último sobreviviente de 4 hermanos, todos soldados, para que regrese a casa con su madre. En esta película con un reparto interesante que incluye a Tom Hanks, Matt Damon y hasta Vin Diesel, la guerra se muestra de una forma extremadamente cruda y realista. Contrasta con el cine bélico de los 50's y 60's que trataba de ser más heroico que históricamente exacto. Es una película  muy premiada y hasta homenajeada en el videojuego Medal of Honor: Allied Assault. La recomiendo ampliamente si disponen de los 168 minutos libres, de los cuales vale la pena cada segundo.


Hablando de la esquina de ORFL agrego la forma más adecuada según los especialistas de limpiar la nariz y agrego: de no poder oler adecuadamente o percibir olores extraños, acuda a con su médico otorrinolaringólogo. Menciono esto ya que algunos colegas me han mencionado que tengo una nariz un tanto "sensible", al grado de que parezco percibir olores que ellos no. Sin embargo, ayer que la consulta me llevó al hermoso Querétaro, no fue la primera vez que mi nariz percibía un olor a cañería y nadie más lo hacía. Comparto este problema con George Gershwin, sin embargo él tenía un tumor que presionaba su nervio olfatorio produciéndole este síntoma. Yo ya he ido con mi médico otorrinolaringólogo y ha atribuido mi síntoma a la forma anómala de mis cornetes medios, que permiten la acumulación de polvo y mucosa nasal, produciendo el olor que sólo yo puedo percibir. Después de una nota bastante personal, hablaré sobre el amor, a petición de este lector que prefirió permanecer anónimo. El amor es algo tan difícil de explicar y que según algunos antropólogos nos separan de los animales ya que comentan que es algo que se decide hacer libremente. Discrepo, porque una madre no decide amar a su hijo, es algo que nace de ella. Claro, hay madres que no lo sienten y simplemente son indiferentes hacia sus hijos, pero no es el tema. O por ejemplo, el amor entre dos hermanos, ese amor que le llaman fraterno. También está el amor de los amigos, de los colegas o hacia lo que se hace, como la música y el arte. Y el amor que este lector quería que tratase: el amor Eros, entre dos personas que trasciende la amistad y no es el amor propio de una familia. Este para mí es el más difícil de explicar. En numerosas discusiones con uno de mis mejores amigos hemos llegado a algunas conclusiones que advierto, pueden mis lectores no estar de acuerdo y me encantaría leer acerca de su postura en los comentarios. La primera conclusión es que ese amor al que llaman platónico no existe. En esta discrepo un poco con mi amigo. Él dice que el amor platónico es inexistente porque alguien no puede amar a otra persona sin que esta lo ame de vuelta, de lo contrario, no sería amor, es meramente una atracción, un deseo, pero no cae dentro de la categoría del amor. Entonces todos los "enamorados" que suspiran por alguien que no les hace caso no es amor para mi amigo. Quiero tener argumentos para refutar eso pero no los encuentro. Otra conclusión es que ese amor Eros nace a partir de un amor ágape, o de amistad. Dos personas primero habrán de ser amigas para que nazca entre ellos una clase de amor más especial. Esto refutaría, nuevamente con más apoyo de mi amigo que propio, la existencia del "amor a primera vista". Pero entonces ¿por qué sí hay gente que ve a otra persona  y siente una atracción casi inexplicable, sin siquiera conocerle y una vez que se conocen personalmente se embona tan bien? O siendo menos románticos, ¿cómo algunas personas terminan con una pareja similar a alguno de sus padres basados únicamente en la apariencia física? Porque estos casos existen y no es infrecuente, lo que hace muy feliz a Freud, donde quiera que esté. Y como comentario final, basándome en lo que me dijo el misterioso lector: el amor puede ser fuente de sufrimiento... Lo dejo como pregunta o afirmación... Mis estimados lectores, háganme saber qué piensan en los comentarios, ¿es a caso el amor fuente de sufrimiento en algunas circunstancias? Me despido deseándole como siempre a todo mi foro lector, disfrute de todos los beneficios de la vida. 
 

domingo, 3 de mayo de 2015

Dúo Mirior de l'eau

Este fin de semana largo asistí a eventos interesantes. El primero, el jueves 30 de abril en la Facultad de Música de la UNAM (Antes Escuela Nacional de Música). Un recital a manos del maestro Marcelo Leal, donde me deleitó con Bach, Rachmaninov y Mario Ruiz Armengol. Esa noche mi celular dejó de funcionar ya que torpemente le permití que tuviera contacto con el agua, impidiéndome enterarme de un evento desafortunado. Estando fuera de la ciudad el viernes disfruté de la calma provinciana. El sábado a mi regreso asistí a una presentación del Dúo Mirior de l'eau en la Casa del Lago, en la hermosa sala José Emilio Pacheco. El dúo, conformado por el maestro Rigoberto Salgado y el maestro Marcelo Leal deleitaron a una sala que se pudo llenar dos veces, habiendo un número importante de personas de pie. El programa incluyó obras de Schubert, Debussy, Diabelli, Ponce y Ruiz Armengol. Es oportuno mencionar que este maravilloso dúo se presentará nuevamente en la Facultad de Música el lunes 4 y martes 5 a las 7 y 4 pm respectivamente con música para dos pianos. Después de eso, viene la primer recomendación gastronómica de este blog. El restaurante "Don Toribio's" en la Calle de Bolívar en el número treinta y tantos, tras doblar a la derecha viniendo de la calle Gustavo I. Madero en dirección al Zócalo Capitalino. Este restaurante es mi favorito en toda la zona centro, precios accesibles, buen servicio y comida deliciosa lo hacen mi primera opción cuando visito el centro de la ciudad. Después de eso, siguió en la agenda el concierto de la OFUNAM. En esta ocasión fue el turno de Wagner de ser escuchado. El segundo acto de su ópera Tristán e Isolda con una excelente interpretación por parte de todo el conjunto y solistas. Le dejo, mi querido lector, la ópera completa, bajo la dirección de Herbert von Karajan, con la impresionante duración de cuatro horas con 7 minutos (247 minutos).
 
Por otra parte, no crea, mi estimadísimo lector, que he olvidado mi promesa de la esquina de ORFL. En esta ocasión doy un consejo sobre el cuidado de los oídos.
Por último me gustaría escribir sobre el jueves. Visité mi antigua escuela, la Facultad de Música, Escuela Nacional, cuando fui estudiante de piano ahí. Fue muy grato ver a antiguos profesores y compañeros y dejarse llevar por todos los sonidos propios de una gran escuela para músicos profesionales. Escalas de clarinete se mezclan con tortuosos pasajes de viola e intensos golpes al piano de una joven que intenta domar a un despiadado Liszt. Las sopranos intentando llevar su voz ligera a un matiz más pesado para interpretar a Richard Wagner o barítonos entonando arias de Mozart. Todo eso bajo una atmósfera de partituras y pláticas de música.
Se me dijo que mi mirada era nostálgica y apasionada al visitar el lugar que me dio formación musical tan intensa durante tanto tiempo. ¿Seré un pianista que se convirtió en médico? o ¿quizá un médico que alguna vez estudió piano? La respuesta para quien no me conozca puede parecer poco clara. En mi opinión es la primera. Se parece al caso del maestro Enrique Bátiz, cuando se convirtió en director de orquesta siendo muy joven. La gente comentó: "Es un espléndido pianista convirtiéndose en un mediocre director". En su último recital al piano comentó: "Ahora, la gente dice que soy un espléndido director convirtiéndome en un mediocre pianista, de cualquier forma, nunca los tengo contentos". Y resulta ser así, una pequeña lección de vida: no habremos de fijarnos en las opiniones de los demás sino en los sentimientos propios para seguir adelante, ya que nuestra felicidad no deberá de basarse en lo que las demás personas entiendan como felicidad. Me despido, queridísimo lector, esperando me siga acompañando como lo ha hecho antes, semana a semana.