domingo, 12 de abril de 2015

Whiplash

Regreso tras ausentarme dos domingos. Dos semanas en las que tuve la oportunidad de acercarme con calma a la música, al arte y a la medicina. En la música, decidí dedicarme un poco más a Scott Joplin (1868-1917)
Le dejo, querido lector, mi interpretación de "Maple Leaf Rag" de Scott Joplin. En su música descubre el intérprete cómo, lo que aparentemente puede sonar como una gran cacofonía, es en verdad hermosa música y siempre, muy bailable.
En el arte, tuve la gran oportunidad de ver la película de Whiplash. A mi juicio de las mejores que he visto. Relata la incómoda verdad de algunos maestros de música que utilizan el maltrato psicológico en aras de la enseñanza. Personalmente, fui alumno de la Maestra María Teresa Rodríguez (1923-2013), considerada por muchos como la mejor pianista que ha dado México. Desafortunadamente su nombre no es tan conocido porque su relación con Carlos Chávez (1899-1978) le impidió tener una carrera fuera del país. Para comprender la magnitud de su grandioso talento, una anécdota: tocando para ella los Movimientos Perpetuos de Francis Poulenc (1899-1963) me detuvo y me dijo: "ese fa lo estás tocando con el dedo anular, no con e índice, como dice la partitura". Ella estaba de lado contrario del teclado, no había forma de que hubiera podido ver mis manos, pero lo supo por un oído musical al que sólo podría clasificar como sobrehumano. Fue su enseñanza, la más estricta que he tenido jamás, que me permitió tener una buena base técnica al piano. Desafortunadamente, como ya notó, por la falta de tiempo mis dedos están un tanto oxidados y cometo más errores de los que la Maestra María Teresa me habría permitido. En fin, Whiplash es una película que, sin necesidad de ser músico logra adentrar a quien la ve en el conflicto de la película. La recomiendo ampliamente, no sólo por una banda sonora que en lo personal es fantástica (aunque para algunos otros oídos no lo es tanto) sino por la excelente actuación de TJ Simmons, que le valió nada más y nada menos que el Oscar a mejor actor de reparto. 
Finalmente, en la medicina, un examen para conseguir una plaza en cierto hospital para cierto puesto, que recuerda a quien lo toma el vasto conocimiento que debe tener un médico. Me despido, siendo este un blog inusual, no sólo de reseñas artísticas, en este caso fue más personal de lo usual, quizás demasiado para el gusto de mis lectores habituales, pero la siguiente semana comienza la nueva temporada de la OFUNAM, por lo que volveremos todos juntos a la normalidad.
 
Le dejo la obertura de Whiplash
 
                                       


 

 
 





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