domingo, 8 de febrero de 2015

Silencio

Ha llegado  la hora de una nueva entrada para este blog. Quisiera hablar de la ausencia de sonido: el silencio. ¿Por qué es importante el silencio? Verán, el día de ayer me encontraba en la Sala Nezahualcóyotl disfrutando el cuarto programa de la temporada 2015 de la OFUNAM por alguna razón nunca me había topado una serie de personas tan groseras en esta recinto. Impresionante fue escuchar que en todas direcciones se encontraba gente hablando como si se encontraran en una cafetería mientras el director está interpretado de manera magistral la cuarta sinfonía de Schumann. Llegó el ruido a tal punto que decidí aproximarme a la persona de la fila de enfrente y tocar su hombro gentilmente para llamar su atención; una vez que este hombre volteó, coloqué mi dedo índice sobre mis labios para que guardara silencio. Su respuesta fue bastante grosera: me miró entornando sus ojos e hizo una mueca de disgusto y continuó hablando. Afortunadamente desistió de esta grosera práctica y fielmente guardó silencio. Ahora, si le preguntara yo a mis amigos más liberales del ramo me dirían que a fin de cuentas los neófitos también pagan boleto, como creo haber ya comentado en este blog anteriormente, sin embargo esto no se trata de aplaudir entre los movimientos, se trata más bien del respeto que se le debe de guardar al intérprete que está frente a nosotros. Piénsenlo fuera del contexto de la música de concierto a nadie le gusta que la gente esté hablando en un cine, en el teatro, incluso en cosas más banales, si alguien está viendo la televisión y alguien habla por teléfono obtendrán un siseo. ¿Por qué es importante el silencio? El silencio es importante porque en determinados contextos representa respeto, por ejemplo al escuchar atentamente un profesor, a casi un centenar de músicos interpretando una sinfonía o simplemente respeto a las personas que asisten con nosotros a ver una película en el cine. El silencio es la ausencia de sonido y ¿qué pasa cuando hay música y alguien más habla? Para mí el silencio propio de la música es interrumpido. Yo quiero preguntarme algo ¿por que el silencio se extraña tanto pero se practica tan poco? Es un hecho que el silencio es importante, dice la filosofía china: "te arrepentirás mil y una veces de haber hablado pero nunca te arrepentirás de haber callado". Esto naturalmente no se trata del contexto de defender a una persona, por ejemplo, ya que cuando estemos ante una injusticia lo más importante es hablar y detenerla; sin embargo en un espectáculo como este no es el momento ni el lugar para platicar y platicar sin fin. Simplemente lo que yo opino es que todo tiene su lugar y su tiempo, pero basta de quejas. Desde que empecé el blog no he escrito ni una sola entrada relacionada con medicina. Mi blog promete música arte y medicina por lo que en la segunda mitad de esta entrada, después de la quejumbrosa introducción, comentaré acerca de cómo es que escuchamos. Tanto hablar del silencio hace pensar en cómo es que nosotros percibimos el sonido o quizás soy sólo yo, ya que si algo me fascina en el mundo de la medicina, es la fisiología de la audición. Es uno de los sentidos más especiales que tenemos, nosotros lo damos por hecho, pero realmente el oír, al igual que ver, es una bendición y es algo digno de admirar. Habrá que recordar para entonces que el sonido es una forma de energía: energía sonora y al igual que otras tipos de energía necesita de un medio para transmitirse. El medio que más comúnmente transmite el sonido es el aire sin embargo es uno de los medios menos eficientes para transmitirlo. Pensemos en una fuente de sonido: imaginemos a un trompetista. Las vibraciones de los labios del trompetista en la boquilla de la trompeta son magnificadas a través de todo el cuerpo del instrumento y finalmente salen por la campana. }es entonces que esa energía sonora viaja desde la a el final de la trompeta hacia nuestros oídos por medio del aire. Nuestras orejas, con una forma tan peculiar, tienen la función de amplificar el sonido que llega y de transmitirlo hacía el conducto auditivo externo. 
Luego, el sonido viaja hacia el tímpano o membrana timpánica, cuando éste choca contra la membrana timpánica esta vibrará con la misma frecuencia del sonido emitido. Las vibraciones harán que a su vez vibren los huesecillos del oído: el martillo el yunque y el estribo. Esas vibraciones que se han transmitido desde la membrana timpánica hacia el final de los huesecillos del oído hará vibrar entonces un líquido llamado endolinfa que se encuentra en el oído interno. Ese líquido contiene sales que, al r recibir la vibración en el líquido van a moverse con la misma forma que se mueve la energía sonora. El producto del movimiento de estas sales dentro del líquido endolinfatico hará que se muevan en determinada dirección unas pequeñas células con forma de pelos llamadas células ciliadas. Estas células tiene diferentes formas y tamaños y sólo van a ser movidas cuando se estimulan por una frecuencia específica. Existen células para frecuencias agudas y frecuencias graves. Una vez que las células específicas para el sonido que acabamos de transmitir a través de toda esta vía se muevan, van a producir un impulso nervioso, es decir, energía eléctrica que va salir hacia las neuronas del octavo nervio craneal llamado coclear.  A partir de ahí, el impulso eléctrico viajará al cerebro para ser interpretado como un sonido. Después de esta larga explicación de cómo es que nosotros escuchamos, podemos entender entonces lo fantástico que es el sonido y por ende lo valioso que es el silencio. Me despido esperando no dejar a mis lectores confundidos ante el primer dejo de ciencia en un blog meramente artístico, pero a fin de cuentas estoy dando lo que prometo. Me despido no sin antes desearle a mis queridos lectores que disfrutan de todos los beneficios de la vida.

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