domingo, 18 de octubre de 2015

Asesinato en los Alpes

Era el turno de que el Dr. Scherzer fuera el anfitrión de la cena de Año Nuevo de la Sociedad de Intelectuales de Berna, pensó que sería una buena idea que el lugar de reunión fuera su Chalet en las alturas alpinas a las afueras de Berna. Mandó invitaciones a todos los miembros de la sociedad, para una cena (de gala) el 31 de diciembre de 1929.
La mañana de aquel viernes el sol se escondía tras grises nubes y una ventisca invernal cantaba el preludio de una gran tormenta, afortunadamente la tormenta parecía no haberse declarado aún cuando el reloj cucú encima de la chimenea cantó las 5 de la tarde. Con los preparativos casi listos, se dio orden al señor Zwiefelhoffer, el mayordomo de los Schezer, alistara todo para la llegada de los invitados. Comenzó a caer nieve, lo suficiente como para pintar de blanco el camino a la entrada del Chalet, pero no suficiente como para impedir el paso de los automóviles de los acaudalados intelectuales. La puntualidad en estas áreas de Europa es bien vista, por lo que, mientras los engranajes del ya famoso cucú comenzaban a moverse para que la casa supiera que las ocho de la noche comenzaban, 3 lujosos automóviles desfilaron en fila india, en su interior los primeros y arreglados miembros del exclusivo club. Bajaron el Abogado Hertenstein y su esposa, Diana, el Profesor Sollberger con su esposa Olga y finalmente el Dr. y Dra. Niffeneger. Ciertamente faltaban personas por llegar aún, pero con 8 personas se podía dar inicio a los cócteles de bienvenida. La nieve comenzó a caer de manera más intensa y el viento a soplar de una forma ominosa. Zwiefelhoffer (a quien llamaré por su primer nombre, Johannes, por practicidad) informó al Dr. Schezer y a su esposa que había recibido un mensaje por radio, el cual indicaba que el camino desde la base de la montaña al Chalet se había cerrado por la invernal tormenta, lo que significaba que ningún otro invitado llegaría a la cena. El Dr. Schezer se dirigió al pequeño grupo que los acompañaba para informar la situación. Diana, la esposa del abogado Hertenstein protestó amargamente que si el camino estaba cerrado no podría regresar a su casa durante la madrugada.
"Pero, querida Diana" dijo el Dr. Schezer "¿a caso creen que no preparé habitaciones para todos mis invitados? No permitiría que tras una larga noche de diversión y celebración por una nueva década tuvieran que regresar hasta la ciudad" Habiendo dicho esto, el Dr. Schezer invitó al pequeño grupo a las habitaciones del segundo piso, donde los esperaban batas para dormir, cortesía del fondo de la Sociedad de Intelectuales.
"Con o sin tormenta, yo esperaba que pasaran aquí la noche" les dijo amablemente. Llevó a cada pareja a su habitación para que las vieran y dejasen sus abrigos ahí para después pasar a una sesión de música al piano y al calor de la chimenea. Todos bajaron en breve al salón de música, excepto el Profesor Sollberger.
"¿Dónde está nuestro querido profesor?" preguntó el Dr. Niffenger.
"Lavando sus manos por quina vez, conocen su obsesión con los gérmenes." contestó la esposa del profesor.
Los minutos pasaron y no había ninguna señal de que el profesor bajara de su habitación. Su esposa subió para ver si todo estaba bien. Pasaron unos cuantos segundos y la atención de todos fue llamada ante el grito de horror de la esposa del profesor. Todos subieron las escaleras corriendo (con todo y sus trajes de gala), abrieron la puerta de la primera habitación y vieron horrorizados cómo yacía en el suelo el cuerpo sin vida del Profesor Sollberger...
 
En esta edición de mi blog dominical le quiero regalar a mi público la primer entrega de mi cuento corto (no tan corto) Asesinato en los Alpes, del cual iré añadiendo una parte cada una o dos semanas.
Por otra parte, disfruto de mis 10 días de vacaciones, y vaya que tengo que hacerlo, ya que serán mis últimos días de descanso hasta las últimas semanas de junio de 2016. En fin. El inicio de mis vacaciones se vio marcado por eventos adversos con los que no los distraeré, pero que menciono para que sepan por qué nació Asesinato en los Alpes. Son dichos eventos adversos lo que motivaron la creación del cuento.
Por otro lado, disfruté del musical Fame
en el teatro de un banco en un centro comercial de Santa Fe, con un elenco formado por jóvenes estudiantes de un instituto tecnológico de una ciudad muy al norte. Quedé impresionado ante el profesionalismo de la mayoría de los integrantes del elenco y la excelente forma en la que llevaron al escenario todo su trabajo. Desafortunadamente sólo ofrecioeron 4 funciones, la última el jueves pasado a las 8 de la noche. Extiendo una felicitación a todos los actores y demás involucrados.
Por último me gustaría añadir un comentario: "NO al abuso de la autoridad".
Me despido, hasta el próximo domingo, mis queridísimos lectores, les deseo disfruten de todos los beneficios de la vida.

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