martes, 25 de octubre de 2016

Se advienen tiempos mejores


Escucho a Wagner endulzar el amargo trago de la redacción de un protocolo de investigación, encontrándome ante situaciones extrañas Decidí entregar mi renuncia como docente de química. Las razónes: no me contrataron para pelear ni para domar. Nada más al respecto debe de ser dicho, distraer a mis interesados lectores con las minucias de los altercados del pasado 19 de octubre carece de importancia. El sábado fue un buen día para la música, disfrute sobremanera de un programa exquisito interpretado por la OFUNAM dirigidos por el cubano Andrés Cárdenas. La primera pieza fue el "Mosaico mexicano" de Arturo Rodríguez,
basado en películas del cine de oro mexicano. Es una pieza espléndida, rápida y con armonías muy agradables y con un espíritu mexicano muy claro.

La segunda pieza fue "El árbol de la vida" de Hebert Vázquez, compositor uruguayo contemporáneo.
Esta pieza incorpora una guitarra solista que estuvo a manos de el virtuoso Pablo Garibay este fin de semana. En general "el árbol de la vida" es una pieza moderna que incorpora elementos genéricos de la música latinoamericana, como un son de arpa breve. Al final lo que se llevó el aplauso más grande del segmento fue el encore de Pablo Garibay: "L'ultimo caffe insieme" (el último café juntos) del compositor italiano Simone Iannarelli.


Finalmente la sinfonía "heroica" de Beethoven. Su nombre oficial es Sinfonía número 3 en Mí bemol Mayor Opus 55. Originalmente dedicada a Napoleón, la herocia es de mis sinfonías favoritas. Pertenece al periodo de la vida de Beethoven en el que fue más prolífico y donde su música obtenía la mayor aceptación. Esto se nota en la extensión de la sinfonía, alcanzando la hora en algunas interpretaciones. En esta sinfonía por segunda vez Beethoven cambia el Minuet por un Scherzo con un exquisito trío de cornos. Ahora bien, un poco de educación musical, qué es el minuet y el scherzo. El minuet es el movimiento de una sonata o sinfonía que tiene un comás de tres cuartos y está diseñado para ser bailado en las cortes del siglo XVIII. Su estructura consiste e un primer tema denominado A, un segundo tema B y la repetición de ambos. Posteriormente viene un trío con la misma estructura, A y B pero con música distinta, por lo que algunos argumentan que es C y D. Posterior al trío se presenta nuevamente el tema A y B con su repetición, casi idénticos al principio del minuet. El trío tiene su nombre de las pequeñas orquestas de mediados del siglo XVIII en donde esta sección se destinaba a ser tocada únicamente por 3 instrumentos. Beethoven consideraba al minuet un movimiento aburrido y muy burgués, por lo que decidió convertirlo en una broma (de ahí el nombre scherzo, que significa broma en italiano). La broma consiste en tomar la misma estructura del minuet: A, B, trío A B y AB del minuet, con el mismo compás de tres cuertos, pero en vez de una velocidad moderada y bailable, lo hace a un ritmo muy veloz, logrando que un comás completo de un scherzo equivalga a un tiempo de un minuet tradicional. Lo único que Beethoven no cambió del minuet original fue el trío tocado por tres instrumentos (práctica que en el tiempo de Beethoven estaba ya en desuso). Es entonces la sinfonía heroica una de las más complejas en su estructura e instrumentación, sentando excelentes bases para la orquesta moderna del siglo XIX. 
En la interpretación de este sábado Andrés Cárdenas dirigió todo un poco más rápido y con destreza, logrando tocar la sinfonría completa en 45 minutos. Para muchos estuvo muy rápida, pero a esta velocidad se asemeja más a lo que Beethoven pretendía, según los estudiosos de las partituras originales o Urtext. 






Los tres videos: El primero un minuet de Beethoven con estructura original, de sus primeras composiciones. El segundo, la sinfonía heroica dirigida por Daniel Barenboim, un excelente estudiosos e intérprete de Beethoven. Por último Andrés Cárdenas en su faceta de instrumentista interpretando "Una plegaria" de Fritz Kreisler


Un excelente amigo me pidió hablar en alguna entrega del blog acerca del bajo continuo, sin embargo esta emana estuvo más patente en mi mente la espléndida interpretación de Andrés Cárdenas de la gran heroica de Beethoven. Prometo hablar de la barroca técnica en la próxima entrega.

Sin más por el momento le deseo a mi cada vez más grande grupo de lectores que gocen de todos los beneficios de la vida.


martes, 18 de octubre de 2016

Esta vez sí regresó para quedarse

Mi última entrada anunciaba el regreso  la regularidad de este blog, sin embargo, por razones extrañas desde el 18 de abril de este año no he podido publicar. Dichas razones extrañas incluyen un cambio drástico: dejar de trabajar jornadas de 30 horas (más de 80 a la semana)a tener una jornada de trabajo de 36 horas a la semana con una maestría durante las tardes. Y no, la maestría no es un truco de la nueva era para disimular mi desempleo, además de ser una opción para acelerar mis opciones profesionales representa genuino interés en el área de estudio: nutrición clínica. 
Este médico que consideró la pediatría una ciencia ocultista, llena de números y llanto incoercible se encuentra ahora, durante un año, tratando una cartera de pacientes conformada exclusivamente por niños de 2 a 17 años. Un extraño deseo de convertirse en pediatra asomó por el horizonte, pero recordando que el pediatra trata tanto al niño como a los padres, ese deseo se disolvió casi tan rápido como vino. También esta nueva era marca el comienzo incipiente (y en cierto sentido insípido) de una vida docente en dos ramas distintas del conocimiento: la química (esta es la insípida) y la música. Dar clases de música me ofrece una satisfacción formidable, no sólo por el tema (que es mi favorito), también por el ambiente en el que las imparto: a un grupo de exquisitos amigos, todos amantes de la cultura. Más de una vez se ha convertido la noche en Bohéme y las 2 de la mañana anuncian su llegada sin que nos hubiéramos dado cuenta. La otra cara de la moneda son clases de química a adolescentes de 16 años... No mucho para decir al respecto...   

En otras notas, la OFUNAM decidió ofrecer un ciclo con las 9 sinfonías de Beethoven, el sábado 4 ofrecieron las dos primeras acompañadas del concierto para clarinete número 1 de Carl Maria von Weber. El director Jorge Mester y el clarineista Manuel Hernández ofrecieron una espléndida interpretación de estas piezas. En Beethoven, Mester dirigió célebremente las sinfonías tempranas de Beethoven que asemejan a un Mozart maduro. La forma aún es dominante en todos los movimientos, sin embargo ya podemos ver la incorporación del Scherzo que sustituye al tradicional minueto. 

Aquí las 2 sinfonías en cuestión, para escucharse con detenimiento. Una amistad me comentó el otro día algo que me gustaría repetir: la música es el alimento del alma. Alguien más religioso me dirá que la fe alimenta el alma, efectivamente, pero la música la nutre y ofrece a su escucha respuestas que a veces la fe no puede. Beethoven decía que la música era el lenguaje de Dios. En nuestro encuentro con el creador, sea Dios, Brahma, Gea o Quetzalcóatl, cuando lleguemos a donde se encuentre la deidad en cuestión, no serán palabras sino música la que escuchemos. 
Van 6 meses sin que el mundo sepa de un servidor y esta vez el blog regresa para quedarse.