sábado, 26 de diciembre de 2015

Último blog de 2015

Penoso que durante 40 días y 40 noches me ausenté de escribir este blog, pero la rotación en medicina interna drenó mi energía, por lo que al final del día me encontraba sin  poder moverme a escribir algo. Muchas cosas pasaron en esos 40 días, tuve la oportunidad de ver varias películas, de las cuales les contaré a continuación, tuve también oportunidad de tener mi primer recorrido en bicicleta por el Paseo de la Reforma y disfrutar la compañía de muy buenos amigos.

La primera película que vi después del último blog fueA walk in the Woods que fue traducido como "grandes amigos" por razones que quedan claras en la película, pero aún así es una traducción que está lejos de dejarme satisfecho. Fue una película que fui a ver con motivo de mi cumpleaños, no de primera intención, más bien como una opción ante las funciones llenas de la segunda parte de Sinsajo. La película superó mis expectativas. Reí a carcajadas en algunos momentos, y reflexioné profundamente en otros. La película trata sobre un escritor estadounidense que dedicó su vida a escribir sobre sus viajes, sin embargo, su producción literaria llevaba varios años estancada. Al notar que el mundo que lo rodea no va a esperarlo, sufre una crisis al comienzo de sus "años dorados" por lo que decide emprender la "Ruta Apalache", intentando encontrar algo nuevo para hacer, una nueva aventura. Su esposa se opone, a menos que vaya con un amigo, sin embargo su búsqueda no va bien, y la única persona que lo puede acompañar es un amigo de la juventud que es el opuesto perfecto de este pulcro escritor en forma. Juntos comienzan la "Ruta Apalache", que se extiende a cientos de millas, encontrando cada uno un nuevo significado de lo que antes pensaban que era la vida. Realmente la recomiendo. Como bono, fue divertido ver a Robert Redford 42 años después de El Golpe, otra película que recomiendo mucho.
Otra película que vi fue el blockbuster de Hollywood Sinsajo, parte 2. Una película larga que está bien para pasar el rato y que a momentos, puede hacernos un nudo en la garganta y hacernos pensar en que ese futuro distópico no se aleja tanto de nuestra realidad.
Finalmente, Star Wars episodio VII: El despertar de la fuerza. Vaya que me gustó esa película. Soy de los denominados die-hard fans de la saga de Star Wars, por lo que, como muchos, estaba muy preocupado al saber que la malvada corporación Disney metería su cuchara en la saga. Temía que se repitiera la lo que ocurrió con las precuelas: no son terriblemente malas, pero podríamos haber vivido sin ellas. Al llegar al cine y escuchar 4 veces que la sala era especial por su excesivo número de bocinas, se oscureció todo y vi aquellas letras azules en fuente arial: A long time ago in a galaxy far far away... seguido de la música de John Williams que tanto me ha cautivado. Al principio no me gustó mucho la cinematografía, tenía la firma muy clara de JJ Abrams: contrapicadas incómodas y acercamientos faciales extraños, pero después, a pesar de ello, la película no paró de encantarme. La música de John Williams cumplió mis expectativas, aunque se quedó corta a la hora de componer un nuevo tema para el villano, sólo se limitó a unas notas parecidas al Vesti la giubba de I Pagliacci de Ruggiero Leoncavallo. No diré más para no arruinársela a aquellos que no la han visto, aunque, un verdadero fan la debe de haber visto el fin de semana del estreno. Me encantaron los nuevos personajes y la incorporación de más diversidad en el reparto, como un escocés y un latino, ambos piratas espaciales.
 
 
Luego el paseo en Reforma. Nunca me he considerado una persona que disfrute del deporte, ni siquiera una persona apta para realizar actividad física, pero la fuerza despierta, puesto que recorrí 16 kilómetros en bicicleta y me sentí especialmente bien. Ayudó mucho la alegre compañía de mi novia y de varios amigos en común. En un momento hice algo muy estúpido, acelerando hacia una fuente en el suelo con la bicicleta, para ser rociado al instante por toda el agua de la fuente. Después disfruté de unas quesadillas deliciosas en Polanco, recomendaría el lugar, pero no recuerdo el nombre, pero sí recuerdo el lugar, a un par de cuadras del parque Lincoln...
Y bueno, la navidad ya pasó y tuve la suerte de haber estado en casa, habiendo tenido guardia del 23 al 24 y guardia de 26 a 27, libre el 24 a partir de la tarde y todo el 25, no estuvo nada mal.
Volviendo con el arte, conseguí el Atlas de anatomía de Netter en su versión para colorear, un pasamiento agradable, colorear con la compañía de alguno de los discos de mi colección, a la vez que repaso anatomía, una buena técnica para repasar anatomía para todo al que esté interesado.
Y bien, me despido con este último blog deseándole a todos mis lectores que disfruten de todos los beneficios de la vida y de numerosas bendiciones para el nuevo 2016.
Feliz Año Nuevo, hasta el 3 de enero.

1 comentario:

  1. ¿Podrías recomendarme algún libro de medicina? Muchas gracias y feliz año nuevo 2016.

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